CROMAGNON: ENTRE AUSENCIAS Y PULSEADAS.   Tal como habíamos anticipado desde esta columna, se postergó la sesión que definiría la institucionalidad en la Ciudad de Buenos Aires y...

CROMAGNON: ENTRE AUSENCIAS Y PULSEADAS.

 
Tal como habíamos anticipado desde esta columna, se postergó la sesión que definiría la institucionalidad en la Ciudad de Buenos Aires y ello aconteció gracias a la especulación política que la rodeó en forma sustancial.
 
Nuevamente, y esta vez entre ausencias y pulseadas, la Legislatura porteña se convirtió en el campo de batalla entre Kirchner y Macri, con la clara complicidad de una UCR tan pasiva y accesible a las componendas como en el pasado.
 
Las ausencias de los legisladores Chango Farías Gómez, Roy Cortina, Ricardo Vázquez y Mirta Onega, al igual que la abstención de otros doce, contribuyeron a dejar la sensación de una evidente pulseada entre el kirchnerismo, cuyas ambiciones son inocultables en Alberto Fernández, actual Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, y el macrismo junto a otra, no menos grave, que nos debería llevar a la indignación porque alimenta el gran desprestigio de la clase política porteña, pese a la relativa legitimación obtenida en las pasadas elecciones legislativas.
 
Otra vez no se ha tenido en cuenta la enorme responsabilidad, bien señalada por el Jefe de Gobierno porteño, de definir la institucionalidad; es decir, juzgar si es el responsable político de la tragedia de Once o no. Esta definición resulta importante porque hace a la salud de un sistema político y de una gestión que sigue desgastándose cada día más para devenir en una futura ingobernabilidad, lo cual es posible para formular otra hipótesis del desenlace de los hechos que analizamos.
 
Visto desde la lógica del kirchnerismo, se apuesta a debilitar al actual Jefe de Gobierno pero no a su caída mientras que el macrismo, junto a otras fuerzas políticas, pretende juzgar su responsabilidad pero, al mismo tiempo, jugar una pulseada para intentar forzar elecciones anticipadas luego de provocar otra gran caída: la del Vicejefe de Gobierno, Lic. Jorge Telerman.
 
En este escenario, Kirchner vs. Macri, con evidentes muestras de una lucha sorda por el poder y olvidando las heridas sufridas, y que siguen sufriendo, los familiares de las víctimas, disputan una gran pulseada cuyo fondo es la posesión del capital electoral porteño y el enorme presupuesto del Gobierno comunal, lo cual es ambicionado para la contínua construcción de poder, de totalización enmarcada por el pejotismo kirchnerista y de trampolín para el macrismo.
 
Sin embargo, cabe barajar otra posibilidad ante este juego tan peculiar, iniciado con la cooptación de legisladores, como en el caso del Dr. Borocotó y el posible pase de Sandra Bergenfeld, para intentar un salvataje a la gestión ibarrista como también para evidenciar la mentada prescindibilidad declarada por el Ministro del Interior, Dr. Aníbal Fernández. Se trata de la intervención a la Legislatura porteña que, aún remota debido a la actual coyuntura existente en el Congreso Nacional, no debe descartarse como último recurso pues quienes sufrirían el costo político serían los actuales legisladores.
 
Entre ausencias y pulseadas, los familiares de las víctimas, al igual que gran parte de la ciudadanía porteña, han sido defraudados por representantes que no estuvieron a la altura de las circunstancias; en particular, por aquellos que se ausentaron o anunciaron su prescindencia en esta votación.
 
Una vez más, ha prevalecido la conveniencia del poder antes que la determinación de las responsabilidades por un hecho que, parafraseando a la Bersuit Vergarabat, reveló nuestra "argentinidad al palo"...
 
Prof. Juan Carlos Sánchez
Cs. Jurídicas, Políticas y Sociales
(I.S.P. "Dr. Joaquín V. González")

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