A 15 días de un viaje reparador

040 - Nuestro Director Editorial agradece el premio a la Prof. Saborido

Tal vez haya pasado un poco más de tiempo, pero el viaje a Córdoba resultó ser una terapia perfecta para el alma. A un año de la crisis que me tuvo en vilo, fue un regreso esperado y estaba con las expectativas de encontrar a viejas y viejos amigos de todas partes en el Archivo Provincial de la Memoria.

En esta ocasión, salió todo a las apuradas. No es mi costumbre porque suelo planificar hasta el último detalle. Dentro de lo previsible, desde luego, no me puedo quejar. Pero me hubiese gustado quedarme un par de días más.

Se trataba de acompañar a un viejo compañero de ruta en la comunicación. Alguien que me abrió las puertas de Radio Nacional Córdoba, para hablar de las problemáticas de la discapacidad. Por supuesto, algunas de ellas las comprobó acompañándome a las terminales de ómnibus en Córdoba Capital y Villa Carlos Paz. Aún hoy los obstáculos continúan y parece que se van a incrementar tras la nueva reglamentación que se está elaborando en secreto en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte junto con la CONADIS para beneficio de las grandes empresas de autotransporte de pasajeros. Parece que los pulpos como Flecha Bus y el Grupo Cirigliano van a salirse con la suya: sin pasajes en época de vacaciones y limitarnos a uno o dos viajes por año, con cupo para acompañantes. Al menos, eso logré enterarme sin tener una confirmación oficial.

019 - Las Pérez Correa en acción

De la actividad del viernes 27 conservo un grato recuerdo de la actuación de las Pérez Correa, dos pibas militantes mediante el humor que hacen una ácida crítica sobre lo político y social. Las pueden escuchar todos los domingos en el programa "El Club de la Pluma". Pero esperaba encontrarme con la Prof. María Cristina Saborido, una vieja cumpamiga a pesar de nuestras diferencias político - ideológicas. No pudo ser. Estaba enferma y no pudo viajar. Sin embargo, recibí el merecido reconocimiento a la promoción de los Derechos Humanos que le otorgaron Norberto y Gabriela. Todavía lo tengo en casa y ya veré como encontrarme para entregárselo.