Un 2016 para unir fuerzas La poesía suele ser un arma cargada de futuro. Con ella se puede transformar la conciencia de aquellos seres que aún están creciendo, pero ...

Un 2016 para unir fuerzas

Profejuanca - 2016

La poesía suele ser un arma cargada de futuro. Con ella se puede transformar la conciencia de aquellos seres que aún están creciendo, pero también la de quienes se empecinan en cerrar los ojos frente a la realidad que ven y les toca vivir. De allí que parte de mis deseos están en la foto que acompaña a esta nota.

Y debe ser entendida como un llamado de atención a los distraídos, una convocatoria a todas y todos los luchadores populares con o sin discapacidad, y una consigna para llevar a cabo en el año que se inicia, cuando la coyuntura nos indica un regreso a épocas que no queríamos volver a ver. Pero lo que ocurre no es casualidad. Es un producto socio - histórico que se viene amasando, años más o menos, desde el siglo XIX  y sin irnos tan lejos, desde 1976.

No espero un año de rosas, sino de espinas. Pero queda la esperanza de una lucha compartida, de una mano tendida a quien lo necesita, de una movilización que aún está dormida y de egos que se callen de una buena vez. Por supuesto que no todas son pálidas, como dicen los pibes, sino que también tengo ciertas alegrías, como un año más de vida de mi madre. 81, casi nada... O alguna mejoría en mi salud. Tal vez no como quisiera.

Las y los que me conocen en la vida real saben que sigo luchando, al igual que otros en la virtual, por todo y por todos. Sé que algunas y algunos hablan del "revolucionario del teclado". No importa. Es lo único que puedo hacer por ahora y es la única arma que dispongo para seguir adelante.

En el año que entra me esperan varias luchas. Algunas, serán compartidas y otras, no sé para que lado van a disparar. Por eso, mi memoria sigue viva y ardiendo como las llamas en una hoguera. Y la esperanza y la ternura van juntas. Pero los mercaderes no pasarán, como afirman las y los compañeros de IMPA, porque la vida no es una mercancía aunque nos quieran hacer creer que así es.

Hay mucho para hacer. Pero no nos tiene que temblar la mano, ni dejar apoderarnos por el miedo, para la lucha que se viene porque los derechos se consiguen presionando y acosando al poder de turno. Y jamás fueron una concesión graciosa. Demasiada sangre se ha derramado en estas tierras para obtenerlos. Se viene otra oleada derechista para arrasar con todo, como en el ' 30, el ' 55, el '66, el '76 y los ' 90, pero pararla depende de nosotras y nosotros.

Brindo por todo y por todos. Cada una y cada uno sigue en su barricada, pero necesitamos que sea una sola. Levanto mi copa por los pibes de los barrios; por aquellos que hoy están en el desamparo, como los compañeros de Cresta Roja; por quienes continúan la lucha por la pluralidad de voces, como las y los compañeros de Barricada TV junto al resto de los medios alternativos, y por dos colectivos que aún luchan en solitario por sus derechos: los pueblos originarios y las personas con discapacidad.

Y les deseo, tan sólo, felicidades en donde estén y como se encuentren. Mañana, seguirá la lucha con o sin teclado...

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