El desafío de organizarnos Se le dió más importancia al Día del Médico, sin menoscabar a quienes nos cuidan, nos atienden y en muchas ocasiones, nos defienden, que al...

El desafío de organizarnos

27 - 03 - Protesta Disca Retiro

Se le dió más importancia al Día del Médico, sin menoscabar a quienes nos cuidan, nos atienden y en muchas ocasiones, nos defienden, que al de las Personas con Discapacidad. Sí, porque hoy es el día establecido por el calendario de la ONU para nuestro colectivo. Pero no debe extrañarnos cuando, aún ante las lamentables acciones y omisiones que se llevan a cabo desde la sociedad y el Estado, seguimos dispersos y no nos juntamos para luchar juntos para que se respeten nuestros derechos.

Un viejo dicho afirma que "la unión hace la fuerza" y hasta el mismo "Martín Fierro", de José Hernández, nos recuerda que "los hermanos sean unidos ... porque si no se los comen los de afuera". Y es lo que nos está pasando como colectivo. Es hora de terminar con las y los mismos de siempre, con quienes nos dan las migajas y se quedan con la torta, con quienes hablan y hablan para no concretar nada; con el invento del Observatorio, que pretende constituirse en un lugar de participación política cuando, en realidad, es otra comisión para dormir los reclamos sistemáticos de todas y todos los que afrontamos la vida con algún tipo de discapacidad, y con aquellos que aprovechan arrogarse nuestra representación para buscar su propio beneficio.

Poco hemos obtenido en estos 12 años de kirchnerismo y menos aún, hemos de obtener con los colores del Vaticano. Se ha puesto más énfasis en la clase media que en los sectores populares y vuelve a acercarse el neoliberalismo con el sarcasmo del costo asequible. Parece ser que el derecho a viajar gratuitamente que, dicho sea de paso, se cumple poco con respecto al transporte de media y larga distancia, y el simple recurso de otorgar pensiones en forma acelerada es considerado como un éxito por el gobierno que ya se va. Pero jamás hablaron ni hicieron nada por evitar el incremento de la judicialización para obtener las prestaciones que necesitamos por parte de las Obras Sociales y el Estado, para hacer efectiva la llamada "jubilación imposible", establecida por la Ley Nacional Nº 20.475, para quienes formamos parte del privilegiado 10% del colectivo que tenemos un trabajo o por comenzar a implementar una verdadera política de Estado destinada al cuidado de nuestra salud, a nuestra educación y formación inclusiva, y a nuestro derecho al trabajo.

Pero cambiar este desdén social y estatal, requiere de nuestra propia lucha y organizarnos para ella. El poder es muy grande. Lo sabemos. Es una lucha de David y Goliat. Y hay que pinchar los globos que se vienen, acordarnos de la lucha del mismo José Liborio Poblete Rúa, a través de una verdadera unión conformando una fuerza política y social que nos permita revertir la actual correlación de fuerzas que está remando en contra de todas y todos nosotros.

Una vieja compañera de lucha me lo recordaba: "La Revolución será accesible... o no será". Y para acceder a nuestros derechos, no podemos estar sin organizarnos para exigirlos. Otro compañero, hace un tiempo, se quejaba -y con razón- que siempre son las y los mismos. Pero no podemos seguir así. Si bien tenemos nuestras propias limitaciones, es hora de hacernos escuchar, de reunirnos, de acompañarnos mutuamente aunque ello no sea fácil. Debemos dejar de lado nuestra propia discapacidad para unirnos en todas, porque somos un colectivo social que necesita una representación política y social urgente. No la podemos dejar en manos de otras y otros porque ya sabemos, de sobra, lo que ocurre después.

Por eso, en este día, los invito y convoco a comenzar esa tarea titánica y difícil: la de ser nosotros. Como decíamos en la Plaza de Mayo, "nada sobre nosotros, sin nosotros" porque si seguimos ausentes, nos comen los de afuera. Como hasta ahora. Con o sin punteros políticos. Con o sin dirigentes de organizaciones de la discapacidad. Seamos nosotras y nosotros. Seamos hermanas y hermanos. Dejemos el ego y avancemos. Derribemos murallas. Luchemos juntas y juntos. Tal vez, así podremos cumplir nuestros sueños de igualdad de oportunidades que tanto decimos por ahí, pero no hacemos nada por ellos.

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