Una noche para el Vieytes Noche de los Museos. Una vieja iniciativa porteña que llega a mi querido colegio, el mismo donde hice la secundaria en los años de plomo y ...

Una noche para el Vieytes

31 - 10 - 15 - Noche de los Museos en el Vieytes

Noche de los Museos. Una vieja iniciativa porteña que llega a mi querido colegio, el mismo donde hice la secundaria en los años de plomo y mis primeras armas como docente. Mi realidad, hoy, es muy diferente. En esta segunda mitad de la vida, la salud no es mi mejor aliada y ello, de por sí, me angustia demasiado. Más aún cuando estoy alejado de las aulas. No puedo con mi genio: soy docente de tiza y pizarrón.

Pero esta noche es muy particular. No puedo ni debo faltar, aunque es posible que no pueda quedarme durante todo el evento, porque tengo un torbellino de sensaciones y emociones imposible de parar. Me voy a sentir raro. Es verdad. No es lo mismo mirar que participar. No pienso lo mismo que muchas y muchos colegas. Lo sé y lo percibo. Cosas de hipoacúsico, que le vachaché... diría Discépolo.

Y a pesar de las diferencias que me separan, no puedo estar ausente de esta oportunidad única. De este recuerdo imborrable que anida en mi alma. De pasillos largos y aulas anchas. De recreos cortos y largos. De laboratorio y aula de mecanografía. Y me acuerdo todavía lo que me costó abandonar la vieja máquina de escribir.

No es un colegio más. Es de Caballito, ese barrio de la veleta y del ferrocarril Sarmiento, del Club Ferro Carril Oeste y de tranvías. Alguna vez fue el segundo comercial del país, después del "Carlos Pellegrini". Por sus aulas, pasaron cineastas como Raymundo Gleyzer; militantes, como Eduardo Capello y ministros de Economía de la dictadura, como Dagnino Pastore. Sin dudas, la Biblia y el calefón.

Y conocerlo, será una aventura... Tanto para mí, como para las y los que vengan. Tal vez sea una de las últimas ocasiones en las cuales intente participar de este tipo de eventos en la Escuela.

Por eso los invito a venir a mi casa. Sí, porque el Vieytes es eso, mi segunda casa, la que me ha cobijado en estos últimos años y la que me ha brindado la oportunidad de cumplir ese sueño dorado: ser docente...

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