Poema urgente para Darío y Maxi

Eran dos en uno,
buscando esa salida,
en el medio de la pobreza, cruel infierno,
que el cuerpo horada...

Hombre Nuevo, recordará alguno,
pregonaba el Che en el medio de la Cuba revolucionada
para dar cuenta de ese camino
que Darío y Maxi para su lucha acelerada.

Apenas se cruzaron supieron su destino,
la lucha los unió en fuerte correntada
y nada pudo separar sus convicciones, ni siquiera ese desatino,
esa lluvia de plomo, la duhaldista salvajada...

Nada se ha acabado y no estamos a mano,
porque la impunidad es costumbre aceitada
dentro del sistema genocida, con rostro inhumano,
con protesta limitada.

Ellos ocuparon el puente para ser oídos, aún a contramano,
para ser vistos en su realidad, la que se oculta aún hoy sin excusa válida,
y encontrar el sendero hacia lo digno,
pese a los asesinos instintos del capital en rápida salida...

12 años después siguen unidos pero libre su asesino,
el mayor, el que pretendió acabar la protesta a pura apaleada,
ese tipo que no calla y que pretende seguir siendo ladino,
pero no olvidamos, Darío y Maxi siempre están en la línea de largada...